Tememos la reacción de la otra persona por negarnos a hacer o decir tal o cual cosa.
Y por no decir “NO” pagamos un precio mucho mayor que si nos plantamos y nos revelamos ante la posibilidad de dejar que el otro tome el control de nuestras vidas.
Cuando decimos que “NO” estamos respetando nuestras decisiones y preferencias en esos momentos y en consecuencia nos respetan.
Si en el momento que nos negamos a algo, hay partes que están en desacuerdo con ello, debemos pensar que no es responsabilidad nuestra lo que el otro piense o sienta.
Siempre y cuando no nos apetezca actuar en contra de nuestros principios debemos sentirnos en nuestro total derecho de negarnos y PUNTO, por lo tanto decir “NO” cuando es necesario te libera, lo contrario te esclaviza.
Ayudemos a crear un mundo donde podamos actuar con total libertad de expresión y de sentirnos libres al hacerlo.
Un NO a tiempo puede marcar una gran diferencia y una consecuencia muy positiva en nuestras vidas.
Aprende que decir NO puede ser muy positivo para tu vida.
Pilar Vega Santana.